martes, 14 de mayo de 2013

La Investigación de Filtraciones es un Asalto a la Prensa, y a la Democracia También


Margaret Sullivan
Public Editor's Journal
New York Times
14 de mayo 2013


Se suponía que esta era la adminstración con una transparencia sin precedentes. Lo prometió el Presidente Obama cuando asumió la presidencia, y la Casa Blanca lo sigue diciendo hoy mismo en su página web. Dice:


"Mi administración se compromete a crear un nivel de apertura en el gobierno sin precedentes. Trabajaremos juntos para asegurar la confianza del publico y establecer un sistema de transparencia, participación pública y colaboración. La apertura fortalecerá nuestra democracia y promoverá la eficiencia y efectividad en el gobierno."

"El gobierno debería ser transparente. La trasnparencia promueve la depuración de responsabilidades y provee información a los ciudadanos sobre lo que su gobierno está haciendo."

En cambio, se está convirtiendo en una administración de un secretismo sin precedentes y ataques a la prensa desconocidos hasta ahora. Ya escribí sobre el efecto escalofriante de las investigaciones sobre las filtraciones de la administración de Obama -incluyendo la acusación de los que dan información a la prensa- en una columna dominical en marzo.

Ahora la situación, que ya estaba mal, ha empeorado notablemente  con la revelación de que el Departamento de Justicia de Obama ha obtenido, de forma secreta, los registros telefónicos de un gran número de periodistas de la agencia de prensa Associated Press, en el marco de una investigación sobre una filtración.

Aunqe no sea inmediatamente aparente, los lectores juegan un papel importante en estos acontecimientos.

¿Por qué lo que pasa a otras organizaciones de prensa importa a los lectores del Times?

Por diversas razones. En parte porque la situación habla directamente sobre la posibilidad de saber cómo opera tu gobierno. Es dificil evitar sonar un poco cursi -clases de cívica y padres fundadores- cuando hablas de esto: La habilidad de la prensa de informar libremente sobre su gobierno es una piedra angular de la democracia norteamericana. Esa habilidad está, bajo cualquier escrutino razonable, asediada.

Los periodistas consiguen su información de las fuentes. Necesitan ser capaces de proteger esas fuentes y en ocasiones ofrecer confidencialidad. Si no están seguros de eso -y parece que cada vez lo están menos- las fuentes se secarán. Y también la información.

Triste es decirlo, pero eso parece que es lo que el Departamento de Justicia tiene en mente con sus investigaciones sobre las filtraciones, dos de las cuales implica a periodistas del Times. Una tiene que ver con el libro y artíclos sobre los ciberataques contra Irán del corresponsal jefe de Washington David Sanger, la otra con el artículo de Scott Shane y Jo Becker de mayo 2012 sobre la "lista de ejecuciones" de Obama.

La editora ejecutiva de Times, Jill Abramson, lo puso sucintamente cuando le pregunté sobre esto el martes: "se supone que la prensa pide responsabilidades al gobierno. Estas investigaciones se entrometen en ese proceso"

Las historias del Times que estan bajo investigación por filtraciones "formaban parte de la gran tradición del periodismo de Washington, ayudando a la gente comprender cómo se toman las decisiones," me dijo el martes el abogado de la sala de redacción de The Times, David McGraw. "No había peligro a la seguridad nacional."

"El efecto neto es universal," dijo. "La gente está menos dispuesta a hablar, y eso es una pérdida para todos."

The Times es una de las muchas organizaciones de prensa y de derechos de prensa qu firmó una dura carta enviada al Departamento de Justicia el martes.

Esto no trata sólo de derechos de prensa. Trata del derecho de los ciudadanos a saber lo que está haciendo su gobierno. En un atmósfera de secretismo y castigo -a pesar de las promesas huecas de transparencia- esto se hace cada día más dificil.

Editorial del New York Times sobre el espionaje a periodistas de AP

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