domingo, 23 de junio de 2013

Las Consecuencias de las Revelaciones en la Política de Contención de China

China ha optado por el camino de enmedio: ni aprovecharse de la situación, ni extraditar a Snowden.

Se puede dar por seguro que la extradición a USA nunca fue una opción que barajasen en Pekin.



Los chinos tienen tambien su clientela y extraditar a Snowden a USA no hubiese caido bien con su público. Mucho menos después de saberse hasta qué punto habian hackeado los sistemas chinos.

Especialmente sangrante la intrusión en Qinghua, la más prestigiosa Universidad China, el sacrosantum de la élite intelectual y donde estudiaron el actual presidente y el anterior.

El proceso de extradición hubiese sido penoso y potencialmente ruinoso para HK si al final la postura de Pekin hubiese contradecido a los tribunales.

Así HK se ha excusado en tecnicalidades legales apenas 24 horas y con el beneplácito de Pekín ha soltado la patata caliente. La voluntad de no viciar la relación apenas unos días después de acercar posturas con la visita de Xi jinping a USA ha debido ser determinante.

Las consecuencias de estas revelaciones en la política de contención de China serán cruciales.

La crisis financiera de 2008 fue la graduación definitiva del creciente poder chino en lo económico.

En lo político este escándalo le libera la otra mano que tenia ocupada. Para aquellos que sufren los abusos del PCCh esta es la peor noticia. Los métodos de USA parecen sacados del libro de estilo del PCCh, ahora irán en la otra dirección para pasar a formar parte fundamental de su catálogo de excusas. Las democracias occidentales han perdido la autoridad moral y muchos sufrirán por ello.

Ya tenían los americanos difícil el plantear exigencias a su banquero, pues son los chinos no solo los titulares de la gran parte de su deuda externa, es que necesitan que el crédito siga fluyendo. Ahora a esto hay que añadir la ruina moral.

Es la consecuencia de hacer la cuenta de la vieja con los valores de la democracia, una lección que Obama no olvidará fácilmente.

Gabriel Sierra

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